sábado, 14 de mayo de 2011

De Las etiquetas que nos ponen a los músicos.

             A nadie le gusta que lo etiqueten, que les roben la libertad de ser un ente individual, de ser especial y diferente. 

                He visto como muchos músicos al ser interrogados sobre el género musical que tocan responden con evasivas: “es algo loco, no sé que es”. … y cuando los escuchas no es nada fuera de lo común, es simplemente punk, ska, metal, en fin… un género específico y pre-existente. 


               No es su culpa, nadie cree parecerse a nadie, por el simple hecho de que nadie puede escucharse a si mismo y las influencias musicales existen. Un concejo: pregúntales a tus oyentes qué tocas, y que cosa nueva aportas al género. De esa manera sabrás qué puedes profundizar para sonar diferente a los demás, tener un estilo propio, que te permita ser reconocido sólo de oírte.  

          Con respecto a la etiqueta por imagen, es incluso mil veces más atroz. Porque nadie necesita hacer un contacto real contigo para clasificarte, con mirarte basta. 

      

En mi banda nuestra vestimenta diaria está condicionada por nuestra economía y el fastidio que nos dá planchar. Un Blue Jean que aguante media semana, la primera camiseta que saquemos del closet y los zapatos de goma de todos los días. Por lo general, me peino con el ventilador y no llevo maquillaje.  Sin embargo, y  a pesar de llevar una vida tan rockera en ese sentido ¡La gente cree que canto pop! 


                “Cuchi” fue la definición que me dieron una vez.  Una vez me subí a una tarima donde no me conocían y la reacción de la gente fue muy interesante. Pusieron la misma cara que pondrías tu si te ofrecieran un jugo de  limón y te dan uno de parchita… y no te lo dicen hasta que lo pruebas. Esas caras de confusión… de no reconocer el sabor… bueno, así.  


                Entonces en los toques he comenzado a disfrazarme. A vestirme de luto, a alisarme el pelo, a pintarme los ojos como si tuviese un golpe en cada uno… ¿soy yo? ¡Por supuesto que si! Soy yo disfrazada de "metalera". Porque al parecer no es suficiente con escuchar y cantar metal.  La imagen no cambia lo que soy, pero sin duda establece un contacto de empatía con el público  que ya sabe qué esperar de mí. 



En lo particular ya superé la etapa de vestirme como perteneciente a alguna movida musical, porque la experiencia me ha dicho que muchos de los que se visten de esa manera no entienden el porqué. 


Pasaron años- y una tesis de grado- para poder comprender que los rockeros nos vestimos de negro copiándonos de  Black Sabbath, (aunque nunca los hayamos escuchado), y que los cantantes de música llanera, han adoptado la moda texana para parecer más “modernos” en un país que le cerraba las puertas a su propia música folklórica.  

        Nuestra imagen se ha convertido en un arma de sobrevivencia.  Somos entretenedores, existimos en función de un  público porque sin ellos no tocaríamos más. Tan sencillo como que no nos saldrían más toques.   Pero igual que con la música, en la imagen hay que buscar la forma de sobresalir  de los de nuestro propio género. De no ser más del montón…. Un artista no puede darse el lujo de ser “normal”, hay que brillar (sin caer en lo Twillight). 
 


   El que te disfraces o no, es una decisión personal. Pero la etiqueta igual va.    ¿Cómo evitarla?... desgraciadamente, la gente necesita darle nombre a lo desconocido. Acostúmbrate.



4 comentarios:

  1. De hecho, una vez que comprendes el género utilizas el código. No puedes hacer una película de suspenso sin sombras y silencios aterradores y primeros planos de caras de gente asustada. Hay un show que dar y para ello hay que estar envuelto en la mística de la música.
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    1. Hum... es relativo. Puede gustarte un tipo de música pero tal vez no su ideología. Por ejemplo, puedes cantar Regaee porque te gusta el ritmo, pero puedes ser anti-rastafari porque, no sé... eres evangelica xD Puede pasar!

      La mayor parte de los cánones de imagen de la industria musical, se generaron cuando alguien quiso romper los estereotipos del género. El mejor ejemplo que tengo a la mano es el metal: glam metal, "todos los metaleros deben usar pelucas rubias con rulos y mientras más andróginos mejor, usar mucho rosado" y PAM! Salen los Kiss a pintarse de payasos malvados y exacerbadamente machos, vestidos de cuero negro, a tragar murciélagos vivos en el escenario... y PAM! sale la movida Visual Kei a vestir a uno de los hombres del grupo en muñeca de porcelana...etc, etc, etc...

      Lo importante, es la espectacularidad del atuendo realmente. El disfraz es importante, como en cualquier show.

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  3. Hola Alexandra. Últimamente me han estado preguntando que que genero quiero cantar y yo no e podido responder pues escucho casi de todo y no me he centrado en ninguno en espacial. Lo que quería preguntarte es que. como hago para encontrar el genero que mejor me venga. Por ahora mis favoritos son el pop-rock, la balada, y el gospel. Gracias por todo.

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